A pesar de la tormenta de la noche anterior y despúes de haber amanecido con sol, pero con un viento pampero que por momento se ponía por demás de molesto... Walter Badalotti, su padre Rubén y su sobrino Bruno, no faltaron al día de pesca que habíamos acordado pasar.
Nos fuimos escabullendo del intenso viento, metiéndonos en los riachos interiores del coronda, buscando poder pescar y repararnos a la vez. Apesar del día inadecuado, las capturas fueron aceptables, convengamos que realmente pescamos unas horas, ya que para estos amigos, es infaltable el buen asado en la isla, tradición en ellos de hace unos cuantos años. Y a media tarde, ya con los pescados limpios, emprender el regreso al puerto.
Gracias a Walter, Rubén y Bruno por seguir confiando en mis servicios.
Hasta pronto!!!
Hiram