Jueves a la mañana temprano, como habíamos quedado con Antonio, se dieron sita él y tres amigos más, Roberto, Viti, de Santa Isabel y el querido Alejandro, de Venado Tuerto, un esperto del río. El día se presentaba ventoso e inestable, pero con el transcurrir de las horas se fue componiendo, hasta llegar a estar bien soleado. Al principio los piques fueron esquivos y pequeños, pero por la tarde y ayudados por el sol, tuvimos más exitos en las capturas, principalmente de taruchas o tarariras, algunas de gran porte como la que sacó Roberto. El mediodía fue coronado con un abundante y sabroso asado, que cocido a las llamas con leña de la isla, tiene un sabor muy particular, distinto a cualquier otro.
Por la tarde el viento fue protagonista, impidiendo el uso de los artificiales, por lo tanto despues de algunos intentos más, y conformes con los resultados, regresamos a la guardería.
Agradesco a ellos haber confiado en mis servicios y muy contento por haber conocido cuatro nuevos amigos de la pesca.
Hasta pronto!!!
Hiram